EL COMPOSITOR ÁLVAREZ DEL TORO, VÍCTIMA DE CATALINA CREEL
Sonia Morales
Revista Proceso
edición #557, 1987-07-04
Sin previa autorización del compositor y eludiendo el pago de derechos de autor, Televisa utilizó la pieza El espíritu de la tierra, de Federico Alvarez del Toro —estrenada en 1984 durante la celebración del XII Festival Internacional Cervantino— para la telenovela Cuna de lobos, considerada la más vista en las últimas épocas. Producida y dirigida por Carlos Téllez, Cuna de lobos era musicalizada por Pedro Plascencia —hijo de Carmen Salinas—, quien incluso hizo declaraciones públicas "adjudicándose la creación de la música seria, sin hacer distinciones entre la composición del tema inicial para presentar créditos y la música de concierto que la telenovela estaba utilizando en la mayoría de las escenas", denuncia el compositor Alvarez del Toro. "El espíritu de la Tierra" fue editada por EMI-Angel en 1985, su venta iba destinada a recaudar fondos para los niños de Chiapas, de donde es originario Alvarez del Toro, quien señala: "Me sorprendí cuando me informaron que mi obra sinfónica aparecía continuamente en el horario Triple A del canal 2 de televisión. En Cuna de lobos se utilizaban indiscriminadamente diversos pasajes, motivos temáticos completos y atmósferas para cubrir diversas escenas dramáticas." Dice que después de comprobar él mismo que "el uso de la música era excesivo y colocada en un contexto totalmente ajeno al impulso primordial y original de la obra" se comunicó —desde enero de este año— con Carlos Olmos, autor del libreto. "Carlos Olmos se lavó las manos diciendo que la idea había sido del musicalizador, a quien le había gustado el carácter de la música y por resultarle más adecuada que la original encargada había empezado a utilizarla". El malestar de Alvarez del Toro creció cuando además de utilizar "temas enteros, atmósferas y cantos religiosos indígenas para presentar personajes", no se daban los créditos correspondientes: ni se le pidió autorización a él ni a la Filarmónica de la Ciudad de México ni al maestro Zeferino Nandayapa, quien colabora en la pieza y es el encargado de recaudar los fondos autorales para los niños pobres. Ni siquiera a algún representante chiapaneco. Cuenta el compositor que recurrió a la Sociedad de Autores y Compositores de Música (SACM), dirigida por Roberto Cantoral: "A partir del 22 de enero se inició una investigación y se obtuvieron pruebas —a través de diversos capítulos grabados— que culminaron en la reclamación a Televisa, quien estableció como prórroga hasta junio para cubrir únicamente conceptos de utilización como música incidental". La telenovela que llevaba en el elenco a María Rubio, Diana Bracho, Alejandro Camacho, Rebeca Jones, Gonzalo Vega y Carmen Montejo terminó el pasado mes de junio sin que el compositor chiapaneco hubiese recibido el pago de sus derechos autorales. "¿Los autores mexicanos también serán víctimas de Catalina Creel? (principal personaje de la telenovela), se pregunta el compositor Alvarez del Toro y señala que la SACM lo detuvo durante este tiempo "para actuar en el terreno legal, convencida de que Televisa cubriría los pagos en junio, cosa que no ha sucedido" y se cuestiona: "¿No puede un autor negarse a que sus obras sean utilizadas en ámbitos desfavorables al que fueron creadas?"
PEDRO PLASCENCIA, AUTOR DE LA MÚSICA DE "CUNA DE LOBOS" DICE QUE NO PLAGIÓ
Armando Ponce
Revista Proceso
edición #559, 1987-07-04
Cuna de Lobos no sólo afectó los intereses del compositor Federico Alvarez del Toro, de quien se utilizaron sin consentimiento suyo fragmentos de su obra El espíritu de la tierra, sino manchó la reputación de otro compositor, Pedro Plascencia, quien, quedó como plagiario. Plascencia es el autor original de la música para la telenovela. Pero no fue él quien introdujo los fragmentos de Federico Alvarez. Este mismo lo consideró así, al declarar a Proceso (No. 557) que Plascencia —hijo de la célebre actriz Carmen Salinas— "hizo declaraciones públicas adjudicándose la creación de la música seria, sin hacer distinciones entre la composición del tema inicial para presentar créditos y la música de concierto que la telenovela estaba utilizando en la mayoría de las escenas". Se trata de un malentendido —explica el joven compositor—: él entregó a Televisa un tema central y nueve variaciones para ser empleadas en sendas escenas donde se dramatizara la alegría, el suspenso, el romanticismo, la tristeza, etc. y nada más. "Cobré 6 millones de pesos —responde— por el mes que se llevó la grabación en el estudio y por escribir; fueron doscientas horas de grabación. Cinco meses después de comenzada la telenovela, me sorprendí al ver que además de mi música incluían, el lado de música rock para escenas de discoteque, El despertar de Marco Antonio Muñiz y también la música del señor Alvarez del Toro, según supe después. Pero no la incluí, yo no soy el musicalizador, sino Carlos Caballero." Al no mencionar al musicalizador en la prensa, Pedro Plascencia ha quedado como plagiario, "porque no se distingue al que pone los discos de quien hace la música". De familia artística por parte de ambos padres, Plascencia realizó estudios musicales desde los ocho años, y estuvo en el Conservatorio Nacional, en el de París seis años y dos en Suecia, "hasta que recibí el curso del Berkeley College of Music con el maestro peruano `Pancho' Sáenz, que me quitó todas las dudas". Por eso manifiesta otro malestar: "Me da pena, pero para mí toda la música es seria. O por lo menos, la mía lo es. Aunque tenga que ver con un fenómeno comercial, es decir, que sea accesible, muy atractiva y en relación a la trama. Cuando fui contratado para Cuna de lobos tuve que hacer un estudio de la psicología de los personajes. Tiene uno que pensar en la gente, pero eso no hace mi música menos seria que la del señor Alvarez del Toro." Plascencia ha musicalizado quince films. Hace dos años representó a México en Moscú con Tú puedes, del desaparecido director José Estrada. Este año obtuvo la Diosa de Plata por Terror y encajes negros, de Luis Alcoriza. Actualmente hace la música para El último túnel, de Servando González y Dimensiones ocultas, de Rubén Galindo Jr. De hecho, se ha convertido en el musicalizador de las cintas de Alcoriza, que antes no utilizaba. Hizo otra película suya, Lo que importa es vivir, que acaba de ir al Festival de Moscú. Además, es director artístico de los programas televisivos Proyección 2000 y director musical de Esta noche se improvisa. "Más que el dinero —afirma Pedro Plascencia mientras apaga la grabadora donde hizo escuchar la música que compuso para Cuna de lobos—, lo que es muy bonito es ser reconocido. Pero este asunto echa a perder lo que uno hace, porque hasta ahora he tenido el reconocimiento de la gente que me contrata. Y yo registro todas mis obras."
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