lunes, 8 de abril de 2013

¿Un grupo muy retro?

Esta es una aclaración que tal vez debimos haber hecho mucho antes.
     A muchos podemos parecerles casi arqueólogos de incidentales de telenovelas viejísimas, algunas casi olvidadas por todos.
     Hay parte de verdad en esto: los temas completos usados en esas telenovelas no han sido hallados todavía.
     Varias personas nos preguntan sobre incidentales de telenovelas de las que no está en nuestras manos responder adecuadamente, sino en las de Televisa, porque son compuestos especialmente, es decir, un compositor mexicano independiente o del Departamento de Producción Musical de Televisa los compone de manera expresa, y estos temas no son comercializados. Es más, al parecer en el contrato de esos compositores hay una prohibición legal en cuanto a comercializarlos o difundirlos. Si algunos deciden dar estos temas a sus amistades, es un asunto personal.
    Brevemente, diremos parte de la historia de la musicalización en las telenovelas mexicanas.
    Desde los primeros años en que fueron producidas, y hasta finales de la década de 1980, gran parte de ellas fueron musicalizadas con bandas sonoras de películas y con temas comerciales de músicos setenteros de varios géneros.
    A mediados de 1985 comenzaron a participar compositores mexicanos (Amparo Rubín, Pedro Plascencia Salinas, El Potro Farías y Guillermo Méndez Guiú sobre todo), y la mayoría haciendo sólo las entradas y algunos cuantos temas más (pero otros la banda sonora completa): lo otro seguía siendo completado con bandas sonoras y con otro género musical que comenzaba a aparecer en México: el llamado new age, aunque ciertos grupos electrónicos que no son propiamente new age sean clasificados también en este género.
   A finales de la década de 1980 se dejó de usar bandas sonoras de películas y casi todo se resolvió con estos nuevos grupos que componían su música en discos que se podían comprar y que los musicalizadores escuchaban para encontrar suspensos, temas románticos, tristes, etcétera.
   A inicios de la década de 1990 comenzaron a abundar los problemas de derechos de autor en Televisa, por esta música usada sin pagar y sin dar siquiera los créditos, y la empresa decidió dejar de usar música comercial y contratar compositores especiales para los incidentales.
    Durante todos estos años, y hasta el presente, se usaron también lo que se conoce como temas de librería o música de biblioteca, es decir, música ni comercial ni compuesta especialmente para determinada telenovela, sino para las necesidades de los medios de comunicación, como radio, televisión y ahora también para internet. Estos discos suelen llamarse, por ejemplo, "Noticias", "Deportes", "Himnos", "Misterio y suspenso", etcétera. Música de librería se ha usado en casi todas las telenovelas, pero, como los detectores de música no las reconocen, es arduo dar con ellos. Es necesario explorar en cientos y cientos de discos para dar con algo de lo que buscamos.
    Por eso nos es imposible proporcionar temas especialmente compuestos. Los mismos compositores que comercializan sus temas son escasos: Amparo Rubín lo hizo y quizás haya sido la primera en hacerlo, luego Jorge Avendaño y Álex Sirvent. Pedro Plascencia Salinas ni siquiera comercializó los temas de Cuna de lobos. Tampoco El Potro Farías los de Rosa Salvaje.
    Del Departamento de Producción Musical de Televisa se nos ha asegurado que tienen proyectado difundir estos temas especiales, pero no sabemos cuándo. Por nuestra parte, seguiremos insistiendo.